HTML puede funcionar perfectamente por sí solo, sin necesidad de CSS ni de JavaScript.
De hecho, HTML (HyperText Markup Language) es la base fundamental de cualquier página web. Su propósito principal es estructurar el contenido y darle significado semántico.
Piensa en HTML como el esqueleto de tu página: define qué es un encabezado (<h1>
a <h6>
), qué es un párrafo (<p>
), una lista (<ul>
, <ol>
), una imagen (<img>
), un enlace (<a>
), un formulario (<form>
), etc.
¿Qué significa que HTML "funcione" sin CSS o JavaScript?
- Contenido visible y estructurado: Un navegador web puede leer un archivo HTML y mostrar su contenido. Verás el texto, las imágenes (si las rutas son correctas), los enlaces serán clicables y los formularios básicos podrán incluso enviar datos (aunque de forma muy rudimentaria).
- Estilo por defecto del navegador: El contenido no tendrá un diseño personalizado. Se mostrará con los estilos que el navegador aplica por defecto a cada elemento HTML (por ejemplo, los encabezados serán grandes y en negrita, los enlaces en azul y subrayados, etc.). Será funcional, pero visualmente muy simple.
- Sin interactividad avanzada: No habrá animaciones complejas, ni validaciones de formulario dinámicas, ni actualizaciones de contenido sin recargar la página, ni ninguna de las interacciones ricas que JavaScript proporciona.
¿Qué aportan CSS y JavaScript entonces?
- CSS (Cascading Style Sheets): Se encarga de la presentación y el diseño visual. Controla los colores, las fuentes, los márgenes, el espaciado, la disposición de los elementos (layout), el diseño adaptable («responsive design»), etc. Sin CSS, tu HTML se ve desnudo.
- JavaScript: Añade interactividad y comportamiento dinámico a la página. Permite manipular el HTML y el CSS en respuesta a las acciones del usuario, realizar peticiones a servidores, crear animaciones, validar formularios en el cliente, y mucho más. Sin JavaScript, tu página es mayormente estática.
Puedes pensar en ello con una analogía:
- HTML es el esqueleto y los órganos de un cuerpo.
- CSS es la piel, la ropa, el peinado (la apariencia).
- JavaScript son los músculos y el sistema nervioso que permiten el movimiento y las acciones (la interactividad).
Históricamente, la web comenzó solo con HTML. CSS y JavaScript se añadieron después para mejorar la apariencia y la funcionalidad.
El principio de «mejora progresiva» se basa en esta idea: empezar con un HTML sólido y funcional, y luego añadir capas de CSS y JavaScript para mejorar la experiencia.
Así que, sí, HTML es el cimiento y puede sostenerse por sí mismo para entregar contenido estructurado.