El último gran ciberataque a escala mundial afectó principalmente a instituciones y grandes empresas que usan sistemas operativos desactualizados.
Organismos oficiales, bancos y grandes empresas siguen usando Windows XP en sus sistemas. Esto es debido a los enormes costes que les supondría el cambiar el sistema operativo de cientos o miles de terminales y servidores.
Pero a nivel personal y, sobre todo a nivel pequeña empresa, no hay excusa válida para mantener un sistema anticuado y vulnerable. El coste de ponerse al día es ridículo en comparación con la posible pérdida de datos.
No creas que a tí no te afecta.
Las grandes corporaciones y organismos oficiales disponen de un ejército de expertos en seguridad informática, armados con los conocimientos y herramientas suficientes para paliar los posibles efectos producidos por ataques de virus y malware, incluido el ransomware. Pero si tu dispositivo es secuestrado, seguramente la pérdida de datos sea irrecuperable.
Y no creas que estás a salvo. Estas cosas se extienden como la peste. Sólo con que un empleado de una de las cientos de miles de empresas afectadas haya enviado un correo infectado a uno de sus contactos, antes de que el problema se detectara, el malware sigue su camino. Y, tarde o temprano, puede acabar llegando a tu dispositivo o sistema informático.
Tú eres tan rentable para un ciberdelincuente como una gran empresa.
Tendemos a pensar que estas cosas no nos pueden pasar a nosotros porque no tenemos nada que pueda ser de valor para los ciberdelincuentes. Pero estamos equivocados. Como dicen en las películas: “No es nada personal”.
La mayoría de las veces, este tipo de ataques informáticos se lanzan sin un objetivo determinado. Lo que se pretende es que se extiendan rápidamente, infectando al mayor número de dispositivos posible.
Una vez instalados en un sistema, los efectos que producen son muy variados, dependiendo del objetivo del atacante. Unos se quedan agazapados, transmitiendo todo lo que tecleamos. Otros destruyen el sistema. Y otros, como en el caso del ransomware, lo secuestran con el fin de pedir un rescate.
Cualquier tipo de dato, de cualquier persona o empresa, por pequeña que sea, tiene valor para alguien. Los números de tarjetas de crédito se venden a otros delincuentes. Los datos personales se venden a empresas de publicidad o gobiernos con pocos escrúpulos. Y los sistemas secuestrados por ransomware contienen información que seguro que es muy importante para su propietario.
¿Qué es lo más importante en tu sistema informático?
Siempre que hago esta pregunta a un particular o al responsable de una empresa obtengo una respuesta errónea. Y digo SIEMPRE.
Lo normal es que me responda que el mayor trastorno para él sería la pérdida del hardware o el software, que han costado un dineral, y sin los cuales la empresa se paralizaría. O la persona se quedaría sin poder acceder a redes sociales, correo, contactos, juegos o lo que sea que use en su ordenador o smartphone. Nadie, o poca gente al menos, es consciente de que lo verdaderamente importante son los datos.
Si pierdes música o películas descargadas seguramente no te cause un gran trastorno. Pero si te quedas sin todas las fotografías que has hecho durante años, pierdes irremediablemente una parte de tu vida. Y si tu empresa se queda sin los datos de facturación, producción, desarrollo, etc. es posible que incluso tenga que cerrar.
El hardware se puede cambiar, el software se puede reinstalar. Pero los datos perdidos no se pueden reemplazar. Así que grábate esto a fuego:
LOS DATOS SON TU MÁS VALIOSA POSESIÓN
¿Qué he de hacer para mantener mis datos a salvo?
Realmente lo único que hace falta para mantener tus datos a salvo es tener un buen sistema de copias de seguridad y mantener el software actualizado.
Sin embargo, cualquier dispositivo que esté conectado a Internet es vulnerable. por lo que conviene aplicar algunas buenas prácticas.
- Sé precavido. No abras mensajes ni instales aplicaciones de origen desconocido o que no hayas solicitado. Incluso si provienen de uno de tus contactos. Si tienes dudas pregunta a la persona que lo envía.
- Actualiza. Mantén activas las actualizaciones automáticas de tu sistema operativo y mantén tus aplicaciones en su última versión. Normalmente estas actualizaciones se hacen para solventar problemas de seguridad.
- Usa antivirus y cortafuegos actualizados. Los hay gratuitos con funcionalidades suficientes para parar los ataques más comunes. Mantén siempre al día tanto el programa como las definiciones de virus.
- Haz copias de seguridad. Éstas deben ser redundantes, periódicas y dispersas. Es decir, mantén varias copias de tus datos, a intervalos regulares y en distintos sistemas de almacenamiento.
- Usa el sentido común. Actúa en Internet igual que lo harías en tu casa. Si no dejas entrar a un desconocido, ¿Por qué lo haces en Redes Sociales?
¿Qué necesito para no perder todos mis datos?
Si usas un dispositivo Android puedes usar la copia de seguridad automática para crear copias de seguridad de tus fotos y videos de manera automática en tu cuenta de Google. Asegúrate de que la opción para crear copias de seguridad y sincronizar esté activada.
En iPhone, iPad y iPod puedes usar iCloud o iTunes para tener copias de seguridad de tus datos. (
En Windows hay varias maneras de hacer una copia de seguridad del equipo. En este tutorial explico como hacer una imagen del sistema o copia de seguridad de Windows.
Concluyendo
Hoy en día, casi toda la información que nos representa se encuentra en formato digital. Tomamos fotografías digitales, digitalizamos facturas y documentos, leemos libros electrónicos. Y esto no ha hecho más que empezar. Ya hay personas en el mundo, los llamados “nativos digitales”, cuya vida está totalmente digitalizada. Y, lo que es peor, expuesta en Internet.
Sin embargo, tengo la sensación de que no le damos ninguna importancia a nuestros datos. Igual que protegemos nuestros hogares y bienes físicos de robos, desastres y accidentes debemos proteger nuestros bienes digitales.
Y es muy fácil de hacer. Tan sólo hemos de ser precavidos y adquirir ciertos “hábitos saludables” con respecto a nuestra información. Realizar copias de seguridad y mantener al día nuestro software es sencillo, barato y sólo requiere un poco de atención por nuestra parte.
No hace falta llegar a la paranoia. Tan sólo dedícale unos minutos a pensar qué representaría para ti la pérdida de todas tus fotografías, los apuntes del colegio o la información de todos los clientes de tu empresa. Y actúa en consecuencia.
Nunca lo había visto así pero la verdad es que una copia de seguridad externa y no conectada a internet me puede salvar de algún disgusto gordo! La lista de correo, por ejemplo, no la tengo guardada en ningún otro sitio. Voy a hacerlo ahora mismo, que total son solo 5 minutos! Mil gracias 🙂
Gracias por tu comentario. Es primordial tener la copia de seguridad totalmente independiente y separada. Al igual que lo es comprobarla. Una copia de seguridad fiable sólo se puede considerar como tal si se puede restaurar. Así que no basta con hacerlas, hay que hacer una prueba de restauración de las copias para asegurarse de que no habrá problemas en caso de necesitar de ellas.